Hace un año… 

Pues exactamente eso, hace un año, yo estaba embarazada. Realmente fue impactante ver el positivo en el baño, entre otras cosas porque me había salido un falso negativo el día antes. Es muy difícil expresar esa sensación que te invade todo el cuerpo cuando ves las dos rayitas, una mezcla entre ilusión, alegría, nerviosismo y miedo. No he podido volver a sentirla. Desde entonces las cosas parece que se han torcido y, de repente, lo que parecía tan sencillo como decidir qué día empezar a buscar y quedarte embarazada se torna en un arduo camino lleno de sinsabores, decepciones y miedo.
Y otra vez el miedo, esa sensación recurrente durante todo este año que parece haberse instalado en mi sin intención de irse. Definía Aristóteles al miedo como una aflicción o barullo de la imaginación cuando está a punto de sobrevenir un mal destructivo o aflictivo. Desde luego, barullo de la imaginación define mi miedo a la perfección. Desearía poder dejar la mente en blanco, asumir la situación en la que me encuentro con estoicismo pero por momentos mi cabeza parece un hervidero.
Mientras tanto, no dejan de presentarse ante mi amigas que “¡Oh! Tengo que darte una noticia”… vale, pues no sigas, porque ya sé qué es. Y no me malinterpretéis, de corazón que me alegro muchísimo por ellas, pero en el momento en que me sueltan «estoy embarazada» es como si me dieran una patada en todo el estómago. Ayer mismo, sin ir más lejos, me pasó. En ese momento agradecí llevar gafas de sol para al menos no mostrar en plena calle cierto dolor. Aclararé en este punto, que solo mi mejor amiga sabe por lo que he pasado y estoy pasando. Llegue a casa y después de desahogarme escribí a mi amiga disculpándome por no haber tenido, quizás, la reacción ante la noticia que cabría esperar, que se lo explicaría la próxima vez que quedáramos. Obviamente, me contestó que me conocía, que sabía que algo me pasaba y que no me preocupara, que estaba ahí para ayudarme y que sentía si me había hecho pasar un mal rato. Me sentí peor, encima todavía se disculpaba ella. Saco algo bueno de esa situación, que no es que no lo supiera ya pero no hizo más que reafirmarlo: es una gran amiga.
Así me encuentro un año después, con cita para esta tarde en ginecólogo para que me valore los análisis y preparándome, sin querer hacerlo, para oír algo que jamás pensé en oír hace un año cuando mi mayor preocupación era decidir a quién le daría la buena noticia primero.
 

2 comentarios en “Hace un año… 

Deja un comentario